La familia olfativa amaderada se caracteriza por sus notas cálidas, profundas y terrosas, evocando la esencia de los bosques y la naturaleza.
Este grupo de fragancias destaca por incluir elementos como el sándalo, el cedro, el vetiver, el patchouli y el abedul, que aportan una sensación de robustez y sofisticación. Ideal tanto para fragancias masculinas como femeninas, las notas amaderadas suelen combinarse con especias, cítricos y toques florales para crear perfumes equilibrados y de gran personalidad.
Las fragancias de esta familia son perfectas para quienes buscan una presencia elegante y duradera.