La fragancia se abre con una combinación intrigante de notas especiadas, incienso, clavo y aldehídos. Estas notas de salida nos sumergen en un mundo de misterio y exotismo, como el aroma embriagador de las especias flotando en el aire al caer la noche en el desierto. Es como entrar en un zoco lleno de tesoros y aromas cautivadores, donde cada esquina esconde una nueva sorpresa.

A medida que la fragancia se desarrolla, emerge el distintivo aroma de la madera de cedro. Esta nota de cuerpo es la estrella de la composición, infundiendo la fragancia con su calidez terrosa y su carácter reconfortante. La madera de cedro evoca la imagen de los bosques de cedros del Atlas, donde los árboles antiguos se alzan majestuosos contra el cielo azul, proporcionando refugio y protección en medio del paisaje árido del desierto.

Finalmente, Moroccan Cedar se asienta sobre una base oriental de ámbar, bálsamo, benjuí y vainilla. Estas notas de fondo añaden una dimensión de dulzura y sensualidad a la fragancia, como el dulce aroma del té y los dulces árabes servidos en un patio iluminado por la luz de las estrellas. El ámbar, el bálsamo, el benjuí y la vainilla se entrelazan para crear una estela cálida y reconfortante que perdura en la piel mucho después de que el sol se haya puesto en el horizonte.